Desayuno
Sería fácil hacer un escrito sobre mi vida. Sólo tendría que recordar, lo difícil es sentir, cada minuto, cada segundo, de un año y medio en un mundo de puntos y rayas llamado internet. Somos tantos los puntos, tantas las rayas que quizás no merezca la pena contar aquí mi experiencia, pero no tengo prisa, salí de allí por la puerta de atrás, como si quien escapara de noche a una falta grave que debe esconder.
Entré ahí con timidez, con esa inocencia que a pesar de los años aún conservo; y mi experiencia, sin ser nada especial, me gustará contarla porque me lo debo, lo reclama algo dentro de mí, quizás sea dignidad, o algo hermoso que no es soberbia, ni justificación, sino “libertad”.
Recuerdo noches enteras de soledad, de duda, quién soy?, a qué he venido? A dónde voy? No hay respuesta. Me daba miedo quedarme sola en casa, especialmente las noches de fiesta, en las que todos salían. Era Octubre, un mes muy tristón, un magnífico PC apagado, mudo, “muerto”; no sabía ni ponerlo en marcha, no lo habría ni pensado, fue una palabra, tan solo eso, ¿alguien duda del poder de la palabra?, -mamá deberías aprender a buscar cosas en “google”.- je je –una voz dijo: -¡ni en siete años aprenderá!-
¡Cáspita!-me dije, es un reto. Para escorpio es peor que una descarga eléctrica, y me piqué, no tenía prisa, ni pausa. Sólo unos minutos al día me bastaron. Me abrí un correo “escorpio44”, ¿a quién escribir? je je. No tenía nada, le mandaba correos a mi hijo que estaba con un PC en la habitación de al lado, y me moría cuando al día siguiente encontraba correo de él, para “escorpio44”.
Fue un peregrinaje, mi hermana, mi cuñado...ya no me bastaban las recetas de google, buscaba más, con cautela le convencí. Debía entrar al IRC, - chatear, sabes? Cuando empezó mi hijo, a veces me decía: - Mamá ven, dí algo, cuenta cosas, da tu opinión.-Diossss, me quedaba varada, no tenía dedos para escribir, ni cabeza para pensar nada, era horrible, no entendía nada.
Recuerdo ese primer día, aprendí a buscar y me fui directa a: “esoterismo” jo! Que palo, nadie me hacía ni caso, sabía que era un privado. Ahora escribiendo esto me río, ¡fue genial!
Una tarde entre lavadora y lavadora, entré a “budismo”, solía buscar los canales que despertaban mi curiosidad desde hacía tiempo. Había cuatro personajes siniestros, entre los que entré a formar parte de su mutismo y vergüenza fantáticos, aún no entendía nada. Entré, salí corriendo y cerré mi PC. Lo conté a toda mi family, uf! Fue fantástico, no pensé más en ello. Pero al día siguiente a las 18, me entró la desazón, tenía que abrir esa ventana, volví a “budismo” je je. Gobuki, Adsso, Lamaista y Anil, ¡Qué cuadro! Pensé que se trataba de una meditación, ¿cómo interrumpir ese silencio? Pero me decidí: - ¡¡Hola!! ¿Eres budista?- Uno sólo simpatizó, Lamaista abrió el debate. Jo! Que calor! No recordaba ninguno de los nombres que tantas veces había leído, ni a Gautama Siddhārtha, Buda. Los creí eruditos y me sentí como una mierda entre un montón de sabios, sin compreder que rean como yo, gente que trabaja, que lucha por sus ideas, que sufre. Y me colgué del canal, mi maestro Adsso, mi maestro Lamaista y el mudito del canal con su energía: Gobuki.
Tiempo después mi gran amigo con cara de pez, guapísimo por cierto, aprendió con el tensión de Anil a abrir su corazón y a contar cosas que le oprimían. En nuestras pocas conversaciones, se abrió a mí, me sentí volar, fue mi primera lección de generosidad; ese día cuando cerré el PC, me sentí con el ego por las nubes, él me hizo crecer. Me dijo:- Anil tienes el don de desnudar las almas.- Poco después él desapareció.
Lamaista al que adoro, fue un yerno durante un año, y Adsso, mi maestro!! Era tan solo un ser de attresso, pero juro que daba “el pego” J.
Corría ya para que fuesen las 18, era la hora que me habían impuesto, para poder comenzar, la línea de lo real y lo irreal (maravilloso irreal), yo diría sueños.
Me aficioné a la poesía, me pasaba horas por la tarde leyendo lo que los demás escribían, qué placer leer a poetas nuevos, incluso no oídos por mí: Julia Primlutsky, Alfonsina Storni...leía, copiaba...uf!!! Recuerdo bien una noche, sobre las 10, “Eolos” jo! un privado, aires:
–Hola eres poeta?
–No!!! Sólo leo,
-Y eso? Te propongo un reto, aceptas? Si en una noche haces un poema, yo pondré algo en el general, nunca lo hago, no me atrevo.
Otro reto. Volé, volé, escudriñé mi cerebro, tenía que sorprenderle, tenía que hacerlo, Dios!!!!Lo hice hice con temor, salió “a ti”. No dormí intentando retocar lo escrito, no había nada que cambiar, estaba perfecta, la había escrito el corazón. No llegaba la noche del día siguiente, se suponía que aparecería por lo del reto, y apareció...
-qué nervios. Le dije- tengo algo para ti. Me dijo: -¿sí? Dámelo.
Y lancé ese poema hecho la noche anterior, con tanto afán que me temblaban las manos, las piernas. No sabía quién era pero en ese momento, mi juez. Lo había hecho por y para él. Cumplió su promesa y lanzó una suya al general, habíamos ganado los dos. Se quedó hablando, me llamó “linda”. Jo! Qué lindo!, me gustó.
Me prometí que nada de mi vida traspasaría la pantalla, que sería Anil, solo eso. Pero no fue posible, aires desde el otro lado lanzó una pregunta que solo tenía una respuesta, 4 años. En poco tiempo me convenció de que era una persona, una amiga, una mujer. Hablábamos de todo, cada día entre colada y colada empecé a soñar que era cierto. Eolos me esperaba, me bbuscaba para contarme cosas, para llamarme “linda”, y eso, me gustaba; a su vez me contaba cosas de su relación. Es tan apasionado!!!
Le dije: - No cesaré hasta que seas feliz-.
Esa era mi meta, solo eso me importaba, hablar un rato con él, cuentos de que su amor le maltrataba, y también hice de eso un reto.
Anil.